El Impuesto sobre Sociedades es un impuesto personal y directo que grava la obtención de renta por parte de las sociedades y demás entidades jurídicas que residan en territorio español a las que aplica, en contraposición al IRPF que grava las obtenidas por personas físicas.
El impuesto de sociedades se calcula en base a la contabilidad y la determinación del resultado contable de la sociedad, que constituyen los puntos de partida para la determinación de la base imponible y de la cuantía a pagar anualmente.
Es un impuesto muy importante a tener en cuenta por parte de todos aquellos autónomos que hayan creado una sociedad, generalmente sociedades limitadas y sociedades unipersonales. Y además desde 2014 las sociedades civiles también están obligadas a tributar por este impuesto. Su tramitación no resulta sencilla, sobre todo por la obligación de llevar una contabilidad mercantil.