Es una especie de catalogación o significación de unos determinados productos que tienen un origen geográfico concreto y que poseen unas cualidades o una reputación, fama o valor añadido precisamente por ello. Es decir, la indicación geográfica le da nombre al producto.
Existen indicaciones geográficas agroalimentarias como por ejemplo el jamón de jabugo, y también existen indicaciones geográficas no agroalimentarias para el caso de especificaciones en los procesos de fabricación como por ejemplo la piel de Ubrique.