La nueva política económica del Gobierno de Sánchez no convence del todo a los empresarios españoles. Según la encuesta interactiva realizada este lunes en el XXI Congreso Nacional de la Empresa Familiar que se realiza en Valencia ante más de 600 empresarios, los profesionales aprueban la situación económica de España pero con una puntuación de un 5,48 sobre nueve, casi un punto por debajo del 6,22 que le dieron el año pasado.
Esta percepción está en la línea de los datos macroeconómicos que facilitó el Gobierno hace pocos días. Aunque el crecimiento de España estará en el 2,6% este año, por encima aún de la media de Europa, se ralentiza respecto al año pasado y el anterior, cuando rondaba el 3%. Eso sí, la confianza en la evolución económica sigue siendo alta entre los empresarios pertenecientes a este colectivo y el 67% asegura que reinvertirán los beneficios en la compañía antes que en el reparto de dividendos o en la disminución de la deuda.
Durante su intervención, el rey Felipe VI ha reconocido el valor de las empresas familiares, que suponen en términos económicos el 90% de las compañías en España y más del 60% del empleo privado. «Pero son más relevantes por los valores. En una sociedad digital, donde la transparencia es uno de los elementos que definen el mundo en el que nos movemos, las instituciones, las personas, las empresas, debemos entender que las decisiones de vida, de consumo, de ocio, laborales, etc. deben estar determinadas siempre por los mejores valores», ha destacado.
En la actualidad en España hay más de 1.200 empresas familiares, incluidas las pertenecientes al Instituto de la Empresa Familiar (IEF), que generan una facturación anual equivalente al 28% del PIB y dan empleo a 1,2 millones de personas. Por ello, el presidente del IEF, Francisco J.Riberas, ha abogado durante su intervención por revertir la imagen negativa de las empresas, tanto de pymes o empresas emergentes como medianas y grandes, para ser una parte activa y un elemento positivo en la construcción del futuro de España.
Por su parte, la ministra de Industria, Reyes Maroto, ha recordado que España ocupa el puesto 14 de la Unión Europea en competencias digitales, por debajo de la media. Por ello necesita estrategias de empleo que «favorezcan la adquisición» de estas capacidades. Además hay que incrementar la inversión en políticas activas de empleo, que actualmente solo son el 0,6% del PIB.
Juan Roig; «Los empresarios deben dar la cara»
En la encuesta realizada entre los empresarios familiares también se les preguntó sobre su satisfacción de serlo, opción que recibió una puntación de 8,19 sobre 9. Sobre ese ‘Orgullo de ser empresario’ ha versado la ponencia de Juan Roig, presidente de Mercadona, quien ha pedido a los profesionales del sector a que «salgan del armario». «Los empresarios no tenemos una buena imagen porque no salimos a dar la cara, y eso que somos los que creamos riqueza en este país», ha lamentado el presidente de la compañía líder del sector de los supermercados en España, con más de 21.000 millones de euros de facturación en 2017.
Roig ha explicado que un país es más rico si tiene más empresarios. «Cataluña es una región más rica que Andalucía porque su ecosistema favorece más el empresariado», ha asegurado tras definir a los empresarios como aquellos «que van contracorriente» y creen «en la igualdad de oportunidades». Así, el presidente de Mercadona ha recordado que los denominados ahora ‘emprendedores’ son los que luego se convierten en empresarios al hacer algo «que otros no han visto, aunque luego te copien».
España, 36º en el ranking de competitividad
Durante la primera jornada del congreso también ha tenido importancia el concepto de competitividad, que el economista Arturo Bris ha calificado de «erróneo». Y es que ha explicado que desde la crisis, este concepto se basa en la competitividad por costes y se mejora en cuanto se es capaz de exportar. «Este es un concepto de los años 70 y 80 de Michael Porter que hoy queda obsoleto». Así, una económica competitiva lo es por productividad y el nivel de salarios tiene mucho que ver.
Durante la conferencia ‘España en el ranking mundial de competitividad’, el director del World Competitiveness Center de IMD Lausanne, que mide el nivel competitivo de 63 economías mundiales, ha revelado que España está en el puesto 36 en la tabla, junto a países como Chile o Arabia Saudí. «Estamos en la segunda mitad de la tabla, como los países del este de Europa y por debajo de Portugal, por ejemplo». El experto ha explicado que nuestro país ha reducido su competitividad en los últimos 15-20 años, y el mínimo lo marcó en 2013.
De hecho, el economista ha hecho hincapié en que España es un país más productivo que Alemania en cuanto a productividad por hora trabajada, pero esto no se transforma en prosperidad de la sociedad. «La falta de productividad es un mito que hay que desterrar», ha dicho Bris, que ha resaltado la falta de prosperidad sobre todo en los últimos diez años.
Además, en cuanto a la innovación, ha destacado que según sus estudios las compañías más innovadoras son las empresas de la periferia, que tienden a ser familiares. Es el caso de Mercadona (Valencia) e Inditex (Galicia), que superan a las del centro de la Península, más en contacto con el sector público como son los sectores de la construcción o el petróleo.
El experto ha resaltado que la educación es el problema fundamental y reformarla es «extremadamente difícil» dado que requiere de «consensos esenciales» y también es necesario invertir más en educación. Otra de las debilidades de la competitividad española se centra en la falta de atracción de talento extranjero para tener una economía global, especialmente de gran valor añadido.
Fuente: Club de Emprendedores