Cinco aspectos a tener en cuenta al iniciar tu proyecto empresarial
Los primeros pasos de una startup habitualmente suponen un ritmo de actividad frenético y en constante ebullición, donde la fijación hacia el producto es prácticamente total. Sin embargo, un buen emprendedor debe saber que, aunque la idea que se intenta poner en marcha es vital, hay también aspectos a su alrededor que deben tenerse muy en cuenta.
En este artículo hemos recogido cinco aspectos que pueden ser de mucha ayuda para una startup. Los compartimos contigo.
Valida tu idea cuanto antes
El mayor activo con el que un emprendedor comienza su andadura empresarial es su idea de negocio. De la originalidad de la misma, la capacidad de cubrir necesidades que ofrezca, así como de una buena puesta en marcha y evolución, dependerá en gran parte el éxito o fracaso de la iniciativa.
Por eso, uno de los primeros pasos de toda startup debe ser siempre el de validar lo antes posible la verdadera profundidad del proyecto y las posibilidades de su recorrido. En cierto modo, se trata de hacer un pequeño estudio de mercado, a través del cual conocer puntos fuertes y débiles.
Lo más habitual es que para esto los emprendedores recurran a familiares y amigos en busca de opinión, pero el proceso nunca debe quedarse ahí. Contar con la valoración de personas que no tengan relación alguna con el proyecto será mucho más útil y práctico, porque sus opiniones serán probablemente más críticas y sinceras, lo que repercutirá en el fortalecimiento del producto o servicio que se pretende ofrecer.
Reúne un equipo competitivo
Aunque es cierto que si miramos al mercado de las grandes startups triunfadoras suele haber siempre uno o dos nombres destacados, la realidad es que junto a esas personas siempre hubo un denominador común: un gran equipo de profesionales que fue capaz, en conjunto, de sacar adelante una idea y convertirla en un negocio tangible y de éxito.
Si en cualquier empresa este punto es importante, para una startup que comienza su andadura resulta fundamental. Por lo tanto, pon todo tu empeño a la hora de reunir un equipo de personas que realmente crean en el proyecto, sean especialistas en sus campos y tengan algo que aportar al crecimiento de la iniciativa. En cambio, huye de las que sólo vean en el emprendimiento una oportunidad para fortalecer su imagen y cobrar protagonismo, aportando más “postureo” que valor.
Cuida y potencia la marca
Cuando se está trabajando duro en construir un producto o servicio, a menudo nos encontramos situaciones en las que se olvidan aspectos que, para un emprendedor con poca experiencia, pueden parecer secundarios, pero que luego demuestran ser muy importantes. Uno de ellos es el de la construcción de una marca fuerte.
Valga como ejemplo un caso muy habitual, como es el de elegir un nombre para la marca sin iniciar su proceso de registro… para descubrir más tarde que ya existe y no puede ser usado. U otro caso común: no comprobar antes de elegir dicho nombre si están disponibles dominios web (sobre todo .com y .es), usuarios en redes sociales, etc. Estos y otros aspectos pueden ser fundamentales para cimentar las bases de una marca sólida y cohesionada, puesto que buena parte del marketing y la comunicaciones posteriores se apoyarán en ellos.
Aprovecha las ayudas al emprendimiento
A día de hoy existen muchas oportunidades para que los profesionales que deciden emprender por su cuenta cuenten con distintos tipos de apoyo, tanto a nivel público como privado, y con costes muy reducidos o incluso inexistentes. Estas ayudas, que pueden ir desde la financiación económica hasta el asesoramiento empresarial, e incluso combinar ambas posibilidades, pueden darle un gran impulso a cualquier startup.
Aceleradoras de empresas, programas de mentoring, concursos de ideas, subvenciones públicas, espacios de coworking… son sólo algunas de las vías que un proyecto empresarial que da sus primeros pasos puede encontrar para seguir creciendo.
Busca asesoramiento experto
Una de las cosas que cualquier emprendedor descubre pronto es que no puede ser especialista en todo. A pesar de esto, una startup es un proyecto de empresa que requiere aplicar conocimientos de áreas tan distintas entre sí como la financiera, los recursos humanos, el marketing o la producción… por citar sólo algunas. Por eso, es una sabia decisión marcar la línea que separa esta realidad para saber a partir de qué punto el proyecto necesita de asesoramiento.
Afortunadamente para los emprendedores, existen distintas posibilidades a la hora de contar con la ayuda de especialistas en diversas materias, y tal y como mencionamos en el punto anterior en muchos casos esta ayuda es muy asequible o incluso gratuita.
Un ejemplo es la iniciativa CEA+empresas que la Confederación de Empresarios de Andalucía está desarrollando, y en la que se incluyen actuaciones como el asesoramiento para la puesta en marcha de un proyecto empresarial o la celebración de seminarios y jornadas de interés en materia de creación de empresas.