Todo proyecto de negocio requiere de inversión en forma de adquisición de bienes, o de aportaciones de recursos. Recursos que según el tipo de empresa, serán en mayor o menor medida tangibles y/o intangibles.
Invertir significa destinar tu dinero a la compra de bienes que no son de consumo final, y que presumiblemente perdurarán en tu negocio más de un ejercicio contable, y que permitirán la producción de otros bienes y servicios, que vas a vender para obtener ingresos.
El tipo de bienes en los que vas a invertir variará según la clase de negocio que vayas a poner en marcha. No obstante, en mayor o menor medida vas a necesitar:
Bienes materiales o tangibles: que son aquellos bienes físicos necesarios para desarrollar la actividad de negocio, tales como maquinaria, mobiliario, equipos informáticos, etc.
Bienes inmateriales o intangibles: es decir, bienes duraderos tales como aplicaciones informáticas (software), o páginas web; el registro de una patente o logotipo de la empresa, la fianza del local o cualquier otro bien que se alquile.
Gastos para poner en marcha la empresa: para constituir legalmente la empresa, la publicidad de lanzamiento, etc.
Dinero efectivo: para cubrir el pago de los gastos de funcionamiento, en tanto no se van produciendo ventas o no se producen en cuantía suficiente para afrontarlos.