Que se pueda realizar jabón a partir de aceite reciclado no es una novedad.
De hecho, en los pueblos españoles solía ser una práctica habitual. Se
calentaba el aceite, se le añadía sosa cáustica, lo agitaban durante dos
o tres días y se obtenía un detergente grumoso listo para usar. Lo que
sí es nuevo es tener el mismo resultado en menos de un minuto y sin
contacto con vapores corrosivos. “El proceso era muy tortuoso,
y para el ritmo de vida que se lleva actualmente era complicado”,
explica Catalina Trujillo, una de las fundadoras de Souji. “Lo que hemos
querido hacer es sofisticar ese proceso y conseguir el mismo resultado,
con un mejor aroma, con una textura más suave y líquida y en un minuto.
Sin ningún tipo de agente corrosivo ni de peligro de manipulación”,
añade.
La
idea se remonta a 2015, cuando Sergio Fernández, cofundador de la
empresa, se disponía a echar el aceite recién utilizado por el
fregadero. “Sabía las consecuencias de lo que estaba haciendo y sonó una
alarma en mi cabeza”, confiesa el ingeniero medioambiental al referirse
a la contaminación marítima que eso provoca. Las soluciones a este problema en el mercado
eran limitadas y la pareja decidió contratar a un ingeniero que creara
una fórmula para producir un detergente a partir de aceite usado. Tras
dos años y medio de investigación, en 2017 lanzaron Souji, un componente
químico que al mezclarse con la grasa vegetal crea un jabón que puede
ser utilizado para limpieza de hogar, detergente de ropa, lavavajillas y
fregasuelos.
Empezaron vendiendo el producto a través de su web y continuaron
desde grandes plataformas, como La Biosfera de El Corte Inglés, Bio c’
Bon, Carrefour Bio, Herbolario Navarro y tiendas que venden a granel.
Actualmente están en más de 60 puntos de venta físicos en España y en
2018 facturaron cerca de 20.000 euros, cifra que ya fue triplicada en el
primer trimestre de este año. Quieren ir un paso más allá y para ello
están investigando dos fórmulas alternativas: una que permita obtener la
misma cantidad de jabón con un volumen mayor de aceite —con lo que se
reciclaría más aceite—, y otra para generar cantidades industriales que
servirá, por ejemplo, en hostelería. “Queremos hacer una fórmula que
recicle un mínimo de 200 litros de aceite de un tirón en un agitador
grande, mecanizando el proceso. Esto sería una alternativa real para los
recicladores de residuo que hacen biodiésel con el aceite, para que
puedan aplicar un proceso más sostenible, económico y barato y menos
contaminante”, explica Fernández.
Desde un principio se financiaron con fondos propios y, debido a que todavía invierten mucho en investigación, aún no han salido de pérdidas. Por esto, ninguno ha podido dejar del todo sus empleos: Fernández como responsable de compras de una empresa de cartón y Trujillo, que renunció a su puesto en una agencia de formación de marketing y comunicación para dedicarle más tiempo al proyecto, ofrece ponencias y da clases puntuales. Por el momento son los únicos trabajadores de Souji.
FUENTE: https://elpais.com/economia/2019/09/11/actualidad/1568218556_784739.html
Fuente: Club de Emprendedores