“Si no te gusta lo que hay en el mercado, ¡créalo tú mismo!”
José Luis Rodríguez sabe lo que es sentir un negocio como propio desde bien joven, cuando de niño correteaba por los pasillos de la consulta dental de su abuelo. Viéndolo trabajar junto a su padre, José Luis comenzó a dejar de lado los juegos para interesarse cada vez más por una profesión familiar que, a día de hoy, se extiende ya a la tercera generación.
Licenciado en odontología, con un posgrado en ortodoncia y apnea del sueño y ronquidos, este joven emprendedor formado entre Madrid, Cuba y Sevilla decidió que había llegado el momento de dar un nuevo impulso al negocio tradicional de su familia. Adquirir experiencia en otras clínicas dentales fue el último paso antes de lanzarse a impulsar este proyecto, sobre el que nos habla en esta entrevista.
Define en unas pocas líneas en qué consiste tu negocio.
Garcelán Clinic es una clínica dental en Sevilla, resultado de una larga tradición odontológica. Una tradición que ha pasado ya por tres generaciones consecutivas de dentistas, durante 75 años.
El saber hacer de los miembros de nuestra clínica es fruto de mucho estudio, de transmisión de conocimientos en todos los sentidos (abuelo–hijo–nieto, padre–hijos), de años de trato con pacientes y con compañeros de profesión, de la ciencia y de la experiencia de muchas décadas.
El amar nuestra profesión nos hace receptivos a novedades, que aunque nos rompen los protocolos de tratamiento, nos obliga a hacerlo mejor cada día.
Cuéntanos cómo nació la idea original que te llevó a emprender.
El “boom” dental de franquicias que había en esos momentos nos dio el impulso (a mi hermano y a mí) para pasar de consulta tradicional a clínica dental de referencia en Sevilla.
Hicimos una reforma considerable del espacio, incluimos todas las especialidades de la odontología (con tratamientos interdisciplinares, de la mano de magníficos profesionales) para así ofrecerles a nuestros pacientes la comodidad de resolver todos sus problemas bucodentales en un único centro, para por último realizar un plan de empresa marcando una filosofía de trabajo, junto con unos objetivos medibles y una buena estrategia.
Así conseguimos no orientarnos por los criterios rentabilistas de las franquicias, y perseguir nuestro gran objetivo: devolver la salud a las bocas de nuestros pacientes de una manera honrada.
Desde el origen de la idea, hasta lo que es hoy, ¿qué es lo que más ha cambiado?
La esencia, con nuestra filosofía a la que llamamos “Slow Dentistry” u odontología sin prisas, es la misma. Lo que ha cambiado es lo que hemos crecido. La constante inversión e innovación que hemos realizado nos ha llevado a triplicar el número de personas que conforman nuestro equipo, y a modernizar y renovar nuestras instalaciones y tratamientos dentales.
¿Te acompañan socios/as en los proyectos? ¿Qué papel juega cada uno/a?
Sí, mi padre y mi hermano. Mi padre es el director médico de la clínica, y mi hermano es el especialista en implantes dentales y periodoncia. Todo queda en familia, porque hasta mi cuñada trabaja en la clínica ocupándose de la implanto-prótesis. ¡No cabe duda de que somos dentistas por vocación! El que sea profesión y hobby nos hace disfrutar, aunque eso signifique que estemos todo el día hablando de dientes (trabajando, asistiendo a cursos, leyendo, hablando…).
La actitud positiva hacia nuestra profesión nos mantiene contentos, y crea buen ambiente de trabajo. Esto repercute en nuestro equipo y en nuestros pacientes. Si el Dr. Rodríguez Iserte (mi abuelo) tardó en jubilarse, era porque estaba a gusto con su trabajo, y así nos lo transmitió.
¿Cuál es el “siguiente nivel” de tu negocio? ¿Qué esperas para el medio-largo plazo?
Queremos consolidarnos como clínica dental de confianza en Sevilla, incorporando tecnología y vanguardia en nuestros tratamientos dentales, formándonos en técnicas nuevas, para así solucionar los problemas de salud dental de nuestros pacientes de la manera menos invasiva y con la mayor eficacia.
Por otra parte, en nuestra especialidad de ronquidos y apnea del sueño estamos colaborando con una empresa en la creación de un dispositivo de avance mandibular, para solucionar los problemas relacionados con la apnea del sueño y ronquidos. Hay que tener en cuenta que en España se calcula que hay entre 1.200.000 y 2.150.000 personas con síndrome de apnea del sueño, y solo están diagnosticados entre un 5 y un 9% de los casos.
¿Crees que es importante la suerte para un emprendedor?
La suerte es una de las variables de esa fórmula que da igual al éxito. Pero las variables que tienen más valor son: el trabajo duro, la constancia (llegando a rozar la cabezonería), el saber elegir a tu equipo, la actitud, así como la pasión en todo lo que haces para sacarlo adelante.
¿Cuál dirías que es la “fórmula mágica” que te ha funcionado como emprendedor?
¡Las fórmulas mágicas suelen ser secretas! Y para ser emprendedor no hay secretos que valgan. Lo primero de todo es creer a pies juntillas en el proyecto que tienes entre manos y contar con financiación, para poco a poco ir llenándolo de ilusión, pasión, esfuerzo, errores, sudor, cabreos, tiempo y sacrificios personales.
En tu desarrollo como emprendedor, ¿dirías que la crisis actual es una oportunidad, o un freno?
En general, considero que la crisis para el emprendedor es una buena oportunidad si encuentras un buen nicho de mercado y cuentas con financiación. Si no te gusta lo que hay en el mercado, ¡créalo tú mismo! Es cuestión de actitud.
Lo que sí es un freno para el emprendedor, más que la crisis en sí, son las trabas administrativas que hay, incluyendo los costes elevados que supone crear tu propia empresa. Todos sabemos cuál es la famosa cuota de autónomo que hay que pagar en nuestro país, independientemente de lo que se facture.
Cuando comenzaste el proyecto, ¿cómo solucionaste el tema económico? ¿Alguna fórmula que te funcionara especialmente bien?
Tuvimos la gran suerte de contar con apoyo familiar, que hoy en día es todo un lujo.
Si pudieras volver atrás, ¿hay algo que cambiarías en tu trayectoria como emprendedor?
Sí, quizás antes de embarcarme en darle una vuelta de tuerca a la consulta tradicional de mi padre y abuelo, me habría formado en gestión y administración de empresas. ¡Y es que yo sólo sabía de dientes!
¿Cuál dirías que ha sido el mayor éxito hasta ahora logrado por el proyecto? ¿Alguna “espinita” clavada?
El mayor éxito es ver crecer a Garcelán Clinic. Y es que de ser una consulta tradicional con un solo gabinete dental, donde sólo trabajaba un odontólogo, hemos pasado a tener una clínica dental con más de 300 metros cuadrados, con seis gabinetes, en los que trabajamos actualmente diez personas.
Por otra parte, estamos muy satisfechos por cómo estamos construyendo nuestra marca, basada en conceptos tales como la confianza y nuestro saber hacer después de 75 años, gracias a una clara estrategia de marketing de contenidos, entre otras acciones.
Mi “espinita” es que la clínica dental no estuviera en una ciudad con mar para poder compaginarlo con mi otra gran pasión: el windsurf…
¿Qué conocimientos o habilidades fueron las que más echaste en falta al poco de montar tu negocio?
Lo tengo clarísimo: conocimientos de empresa, de contabilidad, de fiscal, de laboral, y cómo no, de marketing… ¡No tenía ni idea de nada de estos temas! Cada vez que me reunía con mi asesoría o mi agencia de publicidad pensaba que me hablaban en chino.
Me ha dado muchos quebraderos de cabeza porque no siempre he sabido elegir bien a la empresa que me gestionaba ciertas tareas (como el caso de asesorías fiscales y laborales). Aun así, con el tiempo me propuse tener claro lo más importante, porque al fin y al cabo es mi trabajo.
¿Y qué es lo que más has aprendido durante todo este tiempo?
Aparte de obtener conocimientos sobre base de cotización, modelos de Hacienda, posicionamiento natural, WordPress y Google Analytics, entre otros, he aprendido que el dicho “¡quien la sigue, la consigue!” se cumple. Pero no como logro personal, sino como logro alcanzado con el esfuerzo, el saber hacer y la ilusión de todos y cada uno de los miembros del equipo de Garcelán Clinic.
Según tu experiencia durante este tiempo, ¿cuál es el mejor consejo que le darías a quienes empiezan a emprender ahora?
Haz de tu pasión, tu negocio. Porque es tanto el tiempo y esfuerzo que has de dedicarle, que si no te gusta mucho lo que haces, no llegarás a buen puerto.