10 de septiembre de 2020.
El Diálogo Social es la principal infraestructura de un territorio. Es un factor de estabilización político, económico y social. Como afirma la OIT “el principal objetivo del Diálogo Social es la promoción del consenso y la implicación democrática de los principales actores en el mundo del trabajo”. Un buen Diálogo Social soluciona problemas, favorece el buen gobierno, mejora la estabilidad en las relaciones entre las partes y contribuye positivamente al progreso económico y social.
El Diálogo Social debe ser tripartito, tal como está previsto en la Constitución y en el Estatuto de Autonomía de Andalucía, desarrollándose con los agentes económicos y sociales más representativos de nuestra comunidad autónoma, puesto que ello permite hacer y compartir propuestas e iniciativas con incidencia económica, empresarial y social.
La Confederación de Empresarios de Andalucía tiene como una de sus principales funciones la firme defensa que ha hecho siempre de este instrumento democrático de participación. Para CEA las virtudes y el beneficio del Diálogo Social son el mayor fundamento para impulsar el desarrollo de Andalucía por su vínculo directo con la Paz Social, y su consecuencia evidente de garantizar la estabilidad social y política.
Ése es el valor del Diálogo Social. Un valor muchas veces intangible, pero esencial para afrontar el futuro con garantías, puesto que cuando las cosas se prevén y se negocian, el margen de error se acorta notablemente.
Durante estos meses en los que todos hemos sido golpeados durante por los estragos de la COVID-19 y la crisis sobrevenida, se alcanzaron dos importantes acuerdos, que es necesario destacar y que han supuesto la mejor respuesta a esta gravísima situación producida. Ambos fueron fruto del Diálogo Social.
En primer lugar, dos días antes de la declaración del Estado de Alarma CCOO, UGT, CEOE y CEPYME firmaron un acuerdo a nivel nacional, en el que se abordaban las medidas extraordinarias y la problemática laboral que podría originar el coronavirus. Posteriormente, en el pasado mes de julio, Junta de Andalucía, CEA, CCOO y UGT suscribimos el Acuerdo para la Reactivación Económica y Social de Andalucía.
En el caso del acuerdo nacional, hay que recordar que, entre estas medidas planteadas, se encontraban cuestiones relativas a los ERTE, teletrabajo, fijos discontinuos, cierres de centros de trabajo educativos, centros de día, situaciones de aislamiento o contagio de las personas trabajadoras, etc.
Durante los meses siguientes, se pudo comprobar que de manera inmediata se abordaron temas que han resultado claves para la situación tan excepcional que se ha vivido como consecuencia de la crisis sanitaria, como el ágil desarrollo de los ERTE, que estaba suficientemente consensuado y previsto. Pero se ha comprobado también, que allí donde posteriormente se han producido decisiones no dialogadas, es donde más problemas han surgido y donde más se ha tenido que incidir posteriormente. Consecuencia del improductivo “monólogo social”.
En Andalucía y gracias al Acuerdo para la Reactivación Económica y Social, los agentes económicos y sociales y la propia Junta de Andalucía, hemos consensuado una serie de soluciones para fortalecer nuestra economía, a través de cinco ejes de actuación, con el fin de reactivar a la sociedad y las empresas.
Este pacto supone una firme apuesta para aportar confianza y estabilidad a las empresas, con el fin de favorecer la citada reactivación. Un acuerdo pensado para combatir la crisis más grave de nuestra historia reciente y que supone un mensaje de esperanza, frente a quienes personal y profesionalmente están sufriendo graves dificultades.
Asimismo, el acuerdo plantea las condiciones necesarias para la inversión y la generación de empleo en Andalucía, con el objeto de ser el punto de partida para volver a la normalidad, que la pandemia había arrebatado a toda la sociedad. En este sentido, contempla una serie de medidas concretas, entre las que destaca el mantenimiento de la financiación empresarial, el fomento de la flexibilidad laboral, así como el afianzamiento y recuperación del protagonismo de la empresa andaluza en los mercados internacionales.
Entre estas medidas que promueve el acuerdo, se contempla también la consolidación de la estructura financiera de las empresas industriales, con impulso y generación de nuevos proyectos empresariales, así como la adaptación de las industrias a los nuevos procesos productivos.
También se propone avanzar en la transición digital y ecológica de las empresas, en especial las pymes, potenciando las oportunidades que ofrece la transición energética para mejorar su competitividad, así como promover el aumento de la dimensión de las empresas para mejorar su productividad, haciéndolas más fuertes y resistentes ante las crisis.
Por último, se aborda la necesidad de mejorar la normativa, simplificando y agilizando los procedimientos, contribuyendo a crear un entorno de seguridad jurídico y estable, capaces de atraer mayor número de inversiones y proyectos industriales, energéticos y mineros a Andalucía.
En definitiva, con este acuerdo se ha iniciado un camino de diálogo y participación, que desde CEA se desarrollará con la lealtad, la independencia y el compromiso con el que siempre ha actuado la Confederación en sus más de cuarenta años de historia.
Javier González de Lara y Sarria. Presidente de CEA.
Agenda de la Empresa. Artículo. Diálogo Social, motor para reactivar Andalucía