A la hora de emprender existen perfiles y situaciones de todo tipo. A veces nos encontramos con profesionales que tienen una idea bien desarrollada, encaminada hacia un proyecto coherente y sólido, al menos sobre el papel, al que sólo le falta un último ingrediente (financiación, un buen equipo…) para lanzarse. En otras ocasiones descubrimos muy buenas ideas, pero con poco recorrido en el camino de su aplicación práctica, e incluso con ciertas dudas sobre cómo llegar a consolidarse en el mercado. Finalmente, es muy habitual encontrarnos con “más corazón que cabeza”: es decir, con profesionales que tienen claro su enfoque al emprendimiento, pero sin saber todavía muy bien cómo, sin una idea definida, sin un proyecto concreto…
La receta del emprendimiento no es exacta, y por eso podemos encontrar tanto éxitos como fracasos en todas estas situaciones. Desde ideas increíbles que no terminan de cuajar en el mercado, hasta proyectos nacidos prácticamente por casualidad que triunfan en todo el mundo. Por eso, aunque creas que tu situación se parece más a la segunda o a la tercera de las que te presentamos aquí, no te desanimes: existen muchos sectores con potencial emprendedor en los que desarrollar tu idea de negocio. ¿Quieres conocer algunos de ellos? Aquí los tienes.
Economía colaborativa
Quizás no te suene este término, pero… ¿y si te mencionamos empresas como Uber, Kickstarter, Airbnb…? La llamada economía colaborativa lleva años pisando fuerte, acogiendo plataformas y aplicaciones que ofrecen nuevas formas de vender y adquirir productos y servicios, con una importante base digital y tecnológica.
En ocasiones, este consumo colaborativo busca renovar sectores tradicionales añadiendo nuevas formas de comercialización. En otras, se trata de ideas completamente nuevas que aportan soluciones útiles a necesidades muy reales. En ambos casos las opiniones y puntuaciones de los usuarios, tanto vendedores como compradores, son una parte importante del proceso.
Aunque el componente tecnológico sea una baza importante de la economía colaborativa, esto no significa que sectores tradicionales no tengan una oportunidad real de desarrollarse en este entorno. Finanzas, inmobiliaria, transportes, formación o salud, por citar sólo algunos ámbitos, cuentan ya con proyectos muy interesantes de consumo colaborativo.
Do It Yourself (DIY)
Puede que este término anglosajón tampoco te suene, pero la realidad es que el movimiento “hazlo tú mismo” sigue escalando posiciones conforme pasan los años, haciendo realidad para muchos el sueño de convertir una afición en negocio. ¿Se te dan bien las manualidades? ¿La repostería ha sido siempre lo tuyo? ¿Eres un manitas capaz de arreglar cualquier “cacharro” que cae en tus manos? Entonces… ¿por qué no obtener con ello un beneficio, además de satisfacción?
Gracias a las nuevas tecnologías y sobre todo al e-Commerce, los blogs y redes sociales como YouTube o Pinterest, entre otras, el fenómeno DIY se ha hecho fuerte en sectores como la decoración, la cocina, el bricolaje, las reparaciones de dispositivos electrónicos y, por supuesto, las manualidades. Son cada vez más los casos de personas habilidosas, y con buena visión de negocio, que terminan convirtiendo en una fuente de ingresos aquello que comenzó como un hobby.
Franquicias
Si los anteriores conceptos te resultaban desconocidos, seguro que no es el caso de las franquicias: una forma de emprendimiento más que contrastada, en la que a menudo encuentran una vía de desarrollo aquellas personas que no terminan de arrancar con su propia idea. En este sentido, la gran ventaja de las franquicias está clara: te permiten invertir en marcas ya consolidadas y conocidas por el público, algo muy diferente a empezar de cero con un proyecto desconocido.
Además, dependiendo de tus posibilidades y fórmulas iniciales de financiación, el mercado de las franquicias es tan amplio que puedes encontrar opciones bastante asequibles y rentables. Ámbitos como el inmobiliario, la restauración y la hostelería, la enseñanza de idiomas, la moda, los viajes, la estética, la puericultura… son sólo algunos ejemplos de sectores consolidados si consideras esta vía de emprendimiento.
Dentro del proyecto CEA + Empresas se ha elaborado un interesante estudio sobre este tema: Las franquicias en la creación de empresas. Si te interesa, presta atención a nuestro portal, donde pronto podrás verlo publicado.
Realidad virtual
Quizás sea el sector más arriesgado y que mayores conocimientos requiere para sacar adelante una idea emprendedora, pero la realidad virtual está comenzando a pegar tan fuerte, que ignorar sus posibilidades empresariales sería un error.
Aunque sus inicios se vincularon sobre todo al ámbito del entretenimiento y los videojuegos, que siguen siendo mercados potentes y muy interesantes a nivel de negocios, a día de hoy podemos encontrar aplicaciones prácticas de la realidad virtual que han sobrepasado esta frontera. Algunos ejemplos son los de sectores como la educación, la publicidad, el arte, la medicina, la mecánica e incluso la construcción.
Como bien imaginarás, el componente tecnológico es fundamental en este campo, pero las posibilidades son enormes y queda mucho por hacer en lo que a la realidad virtual se refiere, lo que siempre es positivo para aquellos que buscan nuevos caminos que explorar en el mundo empresarial.
¿Te ha servido conocer estos sectores para tener un poco más claro tu camino al emprendimiento? Recuerda que si estás pensando en montar tu propio negocio, desde CEA + Empresas podemos ayudarte a dar los primeros pasos.
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