En el primer semestre las exportaciones españolas aumentaron un 2,9%, hasta situarse en los 144.900 millones de euros. Este crecimiento se encuentra por debajo de la media registrada en la eurozona, que fue de un 4,2%.
El saldo comercial registró un déficit de 14.600 millones de euros, un 31,5% superior al de los seis primeros meses de 2017; y la tasa de cobertura fue del 90,9%, la peor de la serie histórica desde el año 2012. Pero, ¿cuáles son las razones de este peor dinamismo?
En la reunión de la Comisión de Relaciones Internacionales que se celebró en septiembre en CEOE, su presidente, Joaquín Gay de Montellà, puso énfasis en las siguientes:
1. La pérdida de competitividad de nuestros productos en el exterior, motivada, entre otros aspectos, por el incremento de los precios del petróleo.
2. La incertidumbre en la economía internacional, como por ejemplo las turbulencias financieras causadas por el alza gradual del tipo de interés de la Reserva Federal de los Estados Unidos, que ha provocado la devaluación de las monedas turca, argentina, sudafricana, india y brasileña; la guerra comercial; la salida del Reino Unido de la Unión Europea y otra serie de factores derivados de la inestabilidad política y conflictos en ciertas subregiones y países.
En la misma jornada, el subdirector general adjunto de Comercio
Internacional de Servicios e Inversiones del Gobierno de España, Pablo Martínez Segrelles, alertó de la tendencia actual de índole proteccionista que afecta tanto al comercio como a las inversiones.
En el caso de las inversiones, destacó, como las principales razones de esta tendencia contra el libre mercado, la geopolítica, y la innovación tecnológica y cómo esta ha cambiado el mundo y la forma de percibir los riesgos potenciales a los que se enfrentan los estados.
Entre los riesgos latentes mencionó la ciberseguridad, el acceso a los datos personales o el papel de las redes sociales.
Fuente: https://www.elempresario.com
Fuente: Club de Emprendedores