Hacer realidad los sueños de la empresa que, en definitiva, es hacer realidad los sueños de sus dirigentes, es fácil si cada día damos un paso en el camino correcto y en la dirección correcta y, en eso, el Kaizen puede ayudarnos.
Cuando en las empresas se habla de estrategia, de su creación y de su ejecución, normalmente se hace para provocar un cambio, para dar un giro a la actividad y reajustar las áreas a los objetivos que se desean alcanzar. Sin embargo, y desgraciadamente, siempre escuchamos que, en demasiadas ocasiones, la estrategia finalmente no se ha puesto en marcha, no se ha ejecutado y no se han alcanzado los objetivos previstos y el cambio esperado no se ha producido.
Qué razones influyen en estas circunstancias, por qué no se es capaz de producir cambios, qué lleva a abandonar una estrategia que, aplicándola, permitiría conseguir los propósitos marcados….. Bueno, pueden existir varias y diversas razones, pero existe una que puede ser definitiva en la no ejecución de la estrategia y es el modo en que se aborda esa implantación y el posicionamiento mental en la expectativa de la dimensión del objetivo a conseguir. Si lo que se quiere alcanzar es un cambio muy importante, y es así en la mayoría de las ocasiones, puede afectar la forma en que se quiera poner en marcha y se vaya a ejecutar la estrategia, aplazando su puesta en marcha por las injerencias del día a día y “no disponer de tiempo” para empezar los cambios tan esperados y, un día tras otro, hace que la estrategia se quede en el baúl de los recuerdos provocando una importante frustración en la compañía.
“Divide et impera”, divide y vencerás, frase atribuida al emperador romano Julio Cesar, que permite abordar los grandes cambios desde pequeñas acciones dirigidas y alineadas con la estrategia y con el objetivo a conseguir. “Un camino de mil millas, comienza por el primer paso” dice el sabio Lao-tsé, y es así, paso a paso, como se tiene que afrontar un cambio. Pero debemos tener claro a dónde se quiere llegar y cuál es el mejor camino para llegar.
La disciplina del Kaizen, es decir, dar pequeños pasos para alcanzar objetivos importantes, permite ir consiguiendo pequeñas metas que, una tras otra, nos harán llegar al objetivo final y provocar los cambios que nos hemos propuesto. El Kaizen nos permite la mejora continua: ¡¡hoy mejor que ayer, mañana mejor que hoy!! Pero como en todo en la vida, hasta para dar pequeños pasos hay que ser muy disciplinado. ¿Tenemos disciplina en las empresas?
Yo propongo un método muy simple deconstruyendo el camino que nos lleva al éxito y producir cambios, ser mejores cada día y alcanzar los objetivos. Si hacemos referencia a la estrategia de una empresa debemos entender que la empresa ya debe tener definida su Visión, Misión y Objetivos.
La Visión es la máxima aspiración de la empresa que motiva a sus miembros a mirar y construir el futuro, esa Visión se hará realidad si la empresa cumple son su Misión de forma consistente, Misión que es la que da sentido a la empresa, su razón de ser, lo que es, lo que hace la empresa y por qué lo hace y se cumplirá si alcanza los Objetivos que se ha marcado, aquellos que lográndolos hacen posible la Misión, pero muchas veces alcanzar los Objetivos también supone ir superando Metas que son las partes del camino que tenemos que recorrer para hacer realidad los Objetivos. Y para llegar a esas Metas lo mejor es desarrollar Proyectos con distintas Tareas que, realizándolas, permitan cumplir el Proyecto para alcanzar cada Meta.
Después de esta última reflexión en la que vemos como “trocear” el todo en partes para llegar a un fin, el Kaizen nos puede ayudar y nos ayuda a lograr los cambios y ejecutar las estrategias que permitan avanzar a las empresas y producir los resultados que son necesarios.
Un pequeño paso, cada vez, puede cambiar el rumbo de la empresa. ¿A que ahora parece más fácil ejecutar la estrategia?, pues ya saben: KAIZEN.
José Ángel Morales Medrano Socio – Director Musashi asesores consultores
