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Emprender en Franquicia, emprender “sin dolor”

Convertir una idea en una empresa de éxito es una tarea compleja, hay que sortear una distancia que permita ejecutarla de forma brillante y con resultados. Está claro que para que una empresa funcione debe detectar necesidades y problemas no resueltos en el mercado, porque existiendo esa necesidad existirán personas, clientes, dispuestos a pagar por la solución que necesitan.

Por eso, cuando un emprendedor quiere iniciar su actividad de forma independiente, lo mejor es que cree un producto mínimo viable que le permita tener una retroalimentación con los clientes de tal forma que pueda validar la utilidad de su propuesta con el mercado. Esta forma es mucho menos arriesgada que poner en funcionamiento un plan de negocios que lo aguanta todo muy bien en el papel, pero que realmente no se sabe si funcionará en el mercado real.

Comon dicen Steve Blank y Bob Dorf en su libro “El Manual del Emprendedor. La guía para crear una gran empresa paso a paso”, es necesario transformar las hipótesis o suposiciones que habitan en la mente de los creadores de la empresa en realidades, en hechos constatados y verificados mediante un continuo proceso de búsqueda, diálogo e iteración con los que piensan que son sus clientes; siendo además necesario validar las ideas a través de un modelo de negocio que sea rentable, repetible y escalable en poco tiempo, y con el menor desperdicio posible.

Pero ¿y si se tiene la oportunidad de salir al mercado con parte del camino recorrido?, ¿y si se pudiera trabajar conociendo ya las necesidades del cliente, la forma en que hay que satisfacerlo, el modelo de negocio a seguir, el método de trabajo, la aportación de valor que se debe trasladar a los clientes?, ¿y si la curva de aprendizaje se acortara de forma considerable haciendo mucho más liviano y rentable el aterrizaje en el mercado, siendo además capaces de ir detectando los continuos cambios que se producen en el entorno económico inmediato y poder adaptarse continuamente a él?; pues esto es posible gracias al sistema de franquicia que permite emprender creando empresas de una forma menos “dolorosa” que si el emprendedor inicia su camino como empresario de forma independiente.

La franquicia ayuda a las personas que quieren crear una empresa a introducirse en el mercado, en este caso las hipótesis de partida ya se han validado con el mercado gracias a la experiencia de la red de franquicia, hay hechos realmente constatados que apoyan y validan el producto y/o los servicios de la franquicia, el modelo de negocio ya está probado, los métodos de trabajo optimizados, la forma de comercializar y comunicarse con el mercado es una realidad contrastada y, aunque el emprendedor que se convierta en empresario franquiciado tenga que trabajar cada día para permanecer en el mercado, aportar valor y servir a sus clientes, el sistema que le ofrece la franquicia le ayudará a evitar muchos baches y problemas y a lidiar con muchos otros de forma más relajada que si fuera un empresario independiente y sin experiencia.

Si quiere ser empresario aminorando riesgos, apueste por el sistema de franquicia.

José Ángel Morales Medrano
Socio – Fundador Musashi asesores consultores

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