“La capacidad de tu equipo será tu mejor aliada al emprender”
El sector eHealth lleva tiempo sonando con fuerza. Dentro del terreno IT, contar con soluciones que nos proporcionen una información precisa en el ámbito de la salud, junto a un amplio acceso desde dispositivos móviles, parece un paso lógico en una sociedad hiperconectada.
Partiendo de esa base, Ana María Molina, jienense afincada en Sevilla desde el año 95, aprovechó la asistencia a uno de los eventos emprendedores más potentes de la ciudad para sembrar la semilla de un proyecto que, tres años después, emplea a un equipo internacional de nueve personas y se distribuye a través de más de quince empresas en Europa y Sudamérica.
Para esta arquitecta con más de una década de experiencia en el desarrollo y gestión de proyectos en el ámbito de la construcción, el salto al terreno de las nuevas tecnologías y la eSalud fue todo un reto que le llevó a salir de la zona de confort y a reinventarse.
Hoy nos cuenta su experiencia y nos habla de su proyecto en esta entrevista para CEA + Empresas.
Define en unas pocas líneas en qué consiste tu proyecto.
Oblumi es una empresa joven y dinámica, cuyo objetivo es desarrollar y comercializar productos y servicios de salud para niños, tanto hardware como software, con alto contenido innovador.
Cuéntanos cómo nació la idea original que te llevó a emprender.
El proyecto Oblumi nace en el StartUp Weekend de 2013 en Sevilla.
En el evento nos reunimos los que hoy somos tres de los socios, y apostamos por la idea de crear un dispositivo electrónico que, conectado al móvil, lo convirtiera en un termómetro por infrarrojos.
De ahí salió lo que hoy día es Oblumi tapp. Resultamos ser los ganadores de esa edición del evento y decidimos que tenía el suficiente potencial como para buscar recursos y llevarlo a cabo.
Desde el origen de la idea, hasta lo que es hoy, ¿qué es lo que más ha cambiado?
Lo principal es que lo que era una idea y un proyecto en bruto, es hoy un dispositivo para móviles que se vende en varios países del mundo, y que ha hecho que creemos una startup en la que ya trabajan nueve personas.
El concepto del proyecto sigue siendo el mismo. Quizás lo más positivo es que ha evolucionado hacia algo más grande: un concepto que engloba lo que puede aportar la tecnología en el campo de la eSalud infantil.
¿Te acompañan socios/as en el proyecto? ¿Qué papel juega cada uno/a?
En el proyecto Oblumi desde el inicio somos cuatro socios fundadores. Siempre digo que cada una de las piezas del equipo de Oblumi es fundamental, porque el proyecto no existiría si no estuviera alguno de ellos.
Juan José Flores es nuestro “inventor”, quien tuvo la idea de crear un dispositivo electrónico para medir la temperatura, él es nuestro Hardware Manager.
Miguel Ángel Martín, Software Manager, es el responsable de que los sistemas Oblumi funcionen cada día, y tiene un gran don para el marketing digital.
Fernando García, nuestro Product Manager, se encarga de que nuestros dispositivos funcionen con la app. Es quien transforma los algoritmos, números y programación en una app elegante y fácil de usar para nuestro público, “The Now Family”.
Y yo, que por mi formación asumí el puesto de CEO de la empresa, aportando mi visión de negocio y mis conocimientos en la gestión de proyectos para que el equipo y nuestros objetivos sean cada vez más grandes.
¿Cuál es el “siguiente nivel” de tu negocio? ¿Qué esperas para el medio-largo plazo?
Queremos afianzar a Oblumi como una empresa dedicada al campo de la eSalud (eHealth), creando un catálogo de dispositivos conectados que ayuden a las familias, y sobre todo que acerquen el control y cuidado de la salud a los hogares.
La estrategia a medio-largo plazo es posicionarnos como una empresa de referencia internacional en el sector del eHealth infantil.
¿Crees que es importante la suerte para un emprendedor?
Siempre he pensado que reunir este equipo de una forma tan casual fue algo de suerte, pero el proyecto se fundamenta en la capacidad profesional y el trabajo diario. El nivel de compromiso del equipo de una startup es fundamental.
Hay que apostar muy fuerte y trabajar mucho para que una idea se vea a los ojos del mundo como algo factible, realizable y con potencial de ser explotado.
¿Cuál dirías que es la “fórmula mágica” que te ha funcionado como emprendedora?
Confiar en que tienes el mejor equipo y mirar al mundo con humildad, pero sin complejos.
En tu desarrollo como emprendedora, ¿dirías que la crisis actual es una oportunidad, o un freno?
Hay personas que no tienen miedo al cambio, pero en otros casos, como el mío, nos vimos obligados a salir de la zona de confort y reinventarnos, o mejor dicho… reemprender.
Estoy convencida de que mi anterior etapa profesional me ha dado la suficiente madurez y herramientas para aplicar mis capacidades a otro campo, creo que me he llevado mucho más de lo que he dejado.
Lo más positivo es que tienes la oportunidad de aprender de campos desconocidos y enriquecerte de trabajar con un equipo muy diferente. Cuando definitivamente te tiras al vacío y emprendes un nuevo proyecto, más allá del éxito empresarial crecerás a nivel individual… Qué razón tiene el refranero español cuando dice “lo que no te mata, te hace más fuerte”.
Cuando comenzaste el proyecto, ¿cómo solucionaste el tema económico? ¿Alguna fórmula que te funcionara especialmente bien?
Tras ganar el StartUp Weekend nos presentamos a otros premios, como el de la Fundación Everis, y pusimos como objetivo buscar financiación privada. Entendemos que es la mejor forma de validar una idea.
Afortunadamente un Business Angel apostó por nuestro proyecto y decidió invertir en Oblumi. Esto nos permitió que todo el equipo estuviera a full time y en menos de un año lanzar el primer producto al mercado: Oblumi tapp.
Si pudieras volver atrás, ¿hay algo que cambiarías en tu trayectoria como emprendedora?
No cambiaría nada. En cada error he intentado sacar una lección aprendida para no volver a repetirlo. No obstante, muchas veces la ilusión nos hace volver a tropezar, pero también es la responsable de saltar los más grandes obstáculos.
¿Cuál dirías que ha sido el mayor éxito hasta ahora logrado por el proyecto? ¿Alguna “espinita” clavada?
El principal éxito es conseguir crear una empresa internacional desde su origen. Nuestro primer distribuidor fue francés, y actualmente contamos con más de quince empresas que comercializan nuestro producto en Europa, Colombia, Chile y Lituania. En nuestro equipo existen varias nacionalidades, y actualmente estamos negociando para llegar a Australia y los países nórdicos. Todo ello en menos de diez meses.
La única “espina” es lo difícil que nos ha resultado fabricar el producto en España. El sector de la industria del hardware necesita apoyar y confiar en sus nuevos clientes: las startups.
¿Qué conocimientos o habilidades fueron las que más echaste en falta al poco de montar tu negocio?
No era nueva en esto de tener mi propio negocio, pero las startups son otra cosa, especialmente en el tema financiero. Un emprendedor de éxito me dijo: “comienza a buscar dinero en el mismo momento en el que hayas conseguido inversión”. Creo que es uno de los mejores consejos que me han dado.
¿Y qué es lo que más has aprendido durante todo este tiempo?
Para mí el sector IT era desconocido y me ha fascinado. Será sin lugar a dudas una pieza clave en la recuperación económica. Trabajar a diario con múltiples profesionales y coordinar el trabajo es un reto y una gran oportunidad.
Según tu experiencia durante este tiempo, ¿cuál es el mejor consejo que le darías a quienes empiezan a emprender ahora?
Repetiría el consejo que me dieron a mí sobre la búsqueda de inversión.
Otro elemento clave es que estudien la viabilidad del proyecto antes de embarcarse: es una gran aventura, pero también es muy duro. Y si decides hacerlo, la ilusión no será suficiente, la capacidad de tu equipo será sin lugar a dudas tu mejor aliada.