Existen una serie de razones por las que es aconsejable esperar al mes de septiembre para comenzar un negocio. Estas, a juicio del Centro de Estudios Financieros (CEF), son:
- Nuevo ciclo. Tras el verano los españoles retoman sus actividades diarias, se inicia una nueva etapa, un nuevo curso escolar para quienes sean padres, y un largo año de trabajo por delante para quienes hayan tenido sus vacaciones en agosto.
- Nuevos ímpetus. El haber disfrutado del periodo vacacional nos permitirá acometer la actividad frenética del trabajo autónomo con las pilas bien cargadas.
- Dificultad para la campaña comercial. Un factor importante al inicio de una actividad empresarial es llevar a cabo una intensa campaña comercial; esto puede ser muy complicado en julio y agosto, ya que muchos de los posibles interlocutores estarán de vacaciones y los que no lo estén estarán pensando en las suyas. Una vez finalizado el verano, será mucho más fácil contactar con nuestro “target” para ofrecer nuestros productos o servicios.
- Periodo de reflexión. El verano puede facilitar la oportunidad de reflexionar y analizar la viabilidad empresarial a través del modelo de negocio. No es posible que una empresa pueda asegurar su viabilidad, ni siquiera en el corto plazo, si no dispone de un modelo de negocio sólido. Tras la identificación de la oportunidad del negocio, es imprescindible para asegurar la viabilidad de la empresa, diseñar un modelo de negocio adecuado.
- Calor. Las altas temperaturas del verano en muchos puntos de España dificultan la realización de cualquier actividad fuera del refugio de una oficina con aire acondicionado.
- Nuevas medidas para los emprendedores. Las nuevas medidas para emprendedores comienzan después del verano, siendo lo más probable que la mayor parte de las mismas entren en vigor en septiembre, mientras que las relacionadas con altas y bajas a la Seguridad Social y el cambio de bases comiencen a aplicarse en enero de 2018.
- Organismos públicos cerrados o bajo mínimos. La realización de cualquier trámite estará supeditada a horarios de verano, y a las vacaciones del personal. Si por ejemplo queremos ir a una notaría, puede ser que acabemos en otra al estar el notario de vacaciones.
Fuente y foto: https://cincodias.elpais.com/cincodias/2017/07/11/emprendedores/1499798403_613823.html
Fuente: Club de Emprendedores