La patronal dice que la tributación está en línea con la presión fiscal que existe en Europa
Las grandes empresas españolas pagan un tipo efectivo del 19,2% en el impuesto sobre sociedades, según ha asegurado este martes la CEOE en el informe Impuestos y empresas. Análisis de la tributación. Una tributación que está en línea, dice la patronal, con la presión fiscal por este impuesto en la mayoría de países de la UE.
El informe señala que el 7% de tributación que se ha recogido en diversas manifestaciones a lo largo del último año, entre otros el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, no refleja la realidad si se analizan los datos de la Agencia Tributaria. Estos incluyen, tanto para grupos consolidados como para sociedades individuales, dos porcentajes: el tipo efectivo sobre base imponible y el tipo efectivo sobre resultado contable. Este último tipo fue del 6,9% en 2014 para grandes empresas y grupos consolidados y del 13,9% para pymes. Es en este punto en el que la patronal afirma que se usa de manera incorrecta para tratar de medir la presión fiscal de las empresas, afirmándose que las grandes pagan sobre un 7% y las pequeñas un 14%.
Por tanto, según la CEOE, se trata de una comparación errónea entre los resultados contables positivos y la cuota tributaria, cuando el impuesto de sociedades se paga sobre la base imponible. Es decir, lo correcto sería usar la relación entre la cuota y la base imposible. Así, utilizando el informe anual de recaudación tributaria de Hacienda, las grandes compañías pagaron en 2014 el 19,2% de impuesto.
Esta base imponible se calcula aplicando al resultado contable los ajustes extracontables que establece la misma Ley del Impuesto. En este sentido, hay motivos para que los ajustes que reducen el resultado contable sean más altos en los grupos consolidados que en las sociedades individuales.
En cuanto a las grandes empresas del Ibex 35, el tipo efectivo está alrededor del 21% del resultado contable mundial, considerando tanto los resultados obtenidos en todos los países en los que operan como los impuestos sobre beneficios pagados en el extranjero.
Además, al analizar la presión fiscal empresarial habría que incluir también las cotizaciones sociales a cargo de la empresa que en 2015 se elevaron a 85.000 millones de euros, un importe por encima de la recaudación por otros impuestos como el por IVA o IRPF.
FUENTE. EL PAIS
Fuente: Club de Emprendedores
