Javier González de Lara y Sarria
Presidente de CEA
Una vez superado los años de la crisis, Andalucía comenzó a crecer por la senda de la recuperación económica y, desde el año 2014, se ha avanzado a buen ritmo en la creación neta de empresas, que se ha traducido en la generación de empleo, dentro de un marco de crecimiento económico generalizado.
Un periodo en el que el tejido empresarial ha crecido un 8,6%, y recuperado, en número de empresas, tres cuartas partes de lo destruido en la pasada crisis. Esto supone 40.000 empresas más operando desde nuestra Comunidad Autónoma; que ha permitido a la región recuperar la cota de los tres millones de ocupados, tras la creación de 460.000 nuevos empleos desde finales de 2013.
Sin embargo, los logros alcanzados hasta ahora no son suficientes. Porque siguen haciendo falta más y mejores empresas. Empresas que gocen de mayor reconocimiento social, que cuenten con una Administración Pública redimensionada, austera y eficiente; que se desarrollen en un entorno desregularizado y favorable a la actividad productiva, con menos trabas, mayor seguridad jurídica, baja presión fiscal y menores costes sociales.
Es el momento, por tanto, de ampliar la estructura productiva de nuestra Comunidad Autónoma, y orientarla hacia actividades más innovadoras, de mayor valor añadido, más integradas en los mercados globales. Es también la ocasión para aprovechar el actual crecimiento económico, una gran oportunidad para incrementar la competitividad de nuestras empresas.
Andalucía necesita más tejido productivo y tener empresas de mayor tamaño. Eso significa también mejorar la vocación empresarial para emprender y para alcanzar igualmente una sociedad más emprendedora.
Evidentemente, las empresas andaluzas van ganado tamaño con el tiempo y, en esta línea, estudios internacionales apuntan a la relevancia de las “pymes jóvenes” en la creación de empleo neto en un territorio, mientras que el mantenimiento de los niveles de empleo se vincula con la permanencia de empresas ya dimensionadas en el mercado.
Por lo que no sólo la aparición de nuevas iniciativas; sino, sobre todo, posibilitar la consolidación, crecimiento y desarrollo de las que ya están en marcha, resultan aspectos clave de la política económica y de fomento empresarial que hay que desarrollar en Andalucía, con el fin de crear riqueza y más empleo en la región.
En este contexto, la Junta de Andalucía y CEA se pusieron de acuerdo para poner en marcha y desarrollar el proyecto “Fomento de la Cultura Emprendedora y del Autoempleo” CEA + Empresas, que lleva a cabo la organización empresarial andaluza para difundir y promover la cultura empresarial, así como apoyar la generación de nuevas empresas y consolidar las pymes de nuestra Comunidad.
Con estas actuaciones se persigue recuperar el espacio social de la empresa mediante el fomento del autoempleo y el espíritu emprendedor en su sentido más profundo, el que corresponde a las actitudes, preferencias y capacidades de la persona, lo que exige potenciar los valores que definen ese espíritu de la vocación empresarial.
En definitiva, se trata de ayudar y acompañar a los futuros empresarios, porque su ilusión, su capacidad de trabajo, su disposición para desarrollar ideas propias y su compromiso con el entorno, serán pilares necesarios para asegurar las empresas del mañana y la prosperidad y bienestar de nuestra sociedad.