Muchas de las empresas que comienzan su andadura, necesitan financiación para poder empezar a emprender. Sin embargo, son muchas las variedades que existen para poder conseguir una financiación que se adapte a las necesidades de la compañía.
Por un lado, el capital privado (venture capital & private equity) es “una actividad desarrollada por entidades especializadas que consiste en la aportación de recursos financieros de forma temporal (3-10 años) a cambio de una participación (puede ser tanto mayoritaria como minoritaria) a empresas no cotizadas (la mayor parte empresas familiares)”, afirma José Zudaire, director general de Asociación Española de Capital, Crecimiento e Inversión (Ascri).
Por otro lado, los business angels son inversores privados que aportan capital inteligente, es decir, “no solo dinero, sino también un apoyo al emprendedor consistente, en primer lugar, una consultoría, y en segundo lugar, un acceso a una red de contactos que en los primeros años del emprendedor es muy importante porque no puede ni pagar consultores ni pagar acceso a redes de contacto que les facilite el crecimiento de su negocio”, explica José Herrera, presidente de la Asociación de Business Angels (Aeban).
Inversión a nivel particular
Una de las principales diferencias entre ambos, según detalla Herrera, es que los business angels son personas que invierten a nivel particular, mientras que los fondos de capital privado son vehículos constituidos con una estrategia enfocada a la inversión en empresas no cotizadas y dirigidos por un equipo compuesto por profesionales. Asimismo, otro factor determinante es el momento en el que comienzan a invertir. Los business angels entran en estadíos iniciales, es decir, cuando empieza la vida de las compañías. “Es muy importante en qué momento entran los business angels, que suele ser después del family & friends que son los primeros en invertir, y luego hasta que puede entrar el capital riesgo, hay un periodo de expansión de la empresa donde nadie entra, por así decir, ahí es donde están, donde nadie le invierte capital al emprendedor”, manifiesta Herrera.
En este sentido, el presidente de Aeban afirma que entran cuando todavía no hay un producto mínimo viable o cuando se está empezando a arrancar pero todavía no hay unas ventas. Por el contrario, desde Ascri expresan que con inversión de capital privado pueden estar comenzando su actividad (venture capital) o estar en una fase más avanzada (private equity).
Si lo comparamos por sectores, los business angels invierten principalmente en tecnología, información y comunicación, por lo que apuestan por empresas que trabajan a través de la red, por lo tanto, son muy escalables.
“Los business angels invierten en startups que son tan jóvenes que se calcula que el 70% fracasan, el 20% sobreviven y solo un 10% van bien. Con lo cual, ellos con este 10% tienen que recuperar la inversión del 70% que han perdido y sacarle rentabilidad a ese 20% que sobreviven”, explica Herrera. Por tanto, necesitan que “el 10% que va bien sea un negocio online para que sea una plataforma muy escalable que tenga posibilidad de multiplicar el capital”, añade. Por su parte, los inversores de capital privado apuestan por la informática, por los productos de consumo, por la medicina y la salud y por la biotecnología y ciencias de la vida, según el informe de Ascri de 2017.
Respecto a la utilización de los business angels, España es actualmente el segundo país en Europa, después de Gran Bretaña y se calcula que la inversión del año pasado fue de 750 millones de euros. Asimismo, según las estimaciones de Ascri a través de la plataforma europea EDC, el volumen de inversión en España alcanzó el pasado año la cifra de 4.900 millones de euros en 679 inversiones.
Divulgación del sector
Desde el punto de vista de las pymes, es el capital privado el que recoge una cartera más extensa. Zudaire advierte que a finales de 2017 la cartera se componía de 2.760 pymes y empleaba a 400.000 personas. Sin embargo, a pesar de que Ascri está centrada en la divulgación de su sector como activo a tener en cuenta por parte de las pymes, desde la asociación creen que pueden mejorar en la labor de dar a conocer cómo funcionan estos fondos. Del mismo modo, Herrera reitera que las pymes son empresas ya en expansión, con lo cual no son el tipo de compañías que utilizan el capital de los business angels, sino las startups.
Con el fin de mejorar en el futuro, desde los business angels apuestan por conseguir que personas con patrimonio disponible -cuando hacen la distribución de su capital entre distintos activos, como deuda pública, renta fija, renta variable, inmuebles, etc.-, inviertan un 5% de su patrimonio como business angels. Por su parte, desde Ascri tienen el objetivo de continuar su difusión tanto a nivel nacional como internacional, para atraer más fondos extranjeros y conseguir que los fondos nacionales también salgan fuera.
Fuente: http://www.eleconomista.es
Fuente: Club de Emprendedores